Héroes del Silencio (a veces abreviado Héroes o por sus
iniciales HDS) fue un grupo español de rock radicado en Zaragoza, formado
inicialmente por Juan Valdivia (guitarra solista) y Enrique Bunbury (voz y
guitarra rítmica), y completado con Joaquín Cardiel (bajo) y Pedro Andreu
(batería), a mediados de los años 80. Experimentaron un gran éxito en España y
Latinoamérica, así como en varios países europeos, incluyendo Alemania,
Bélgica, Suiza, Francia e Italia, convirtiéndose en uno de los grupos más
exitosos de la historia del rock en español. Después de doce años en los que
vendieron más de seis millones de discos en más de treinta y siete países, y en
los que ofrecieron más de mil conciertos, la banda se separó en 1996.
Sus señas de identidad fueron una imagen muy característica,
con una iconografía y simbología muy particulares, y una música caracterizada
por unas letras ambiguas y trascendentales, arpegios complicados y una sólida
base rítmica. Entre sus influencias literarias se han citado escritores como
William Blake y Charles Baudelaire, y entre las musicales a grupos como Led
Zeppelin y The Cult.
En 2007, conmemorando el vigésimo aniversario de sus
primeras grabaciones y once años después de su ruptura, anunciaron su regreso
con una gira de diez conciertos en España y América, titulada genéricamente
Héroes del Silencio Tour 2007. Después de la gira se separaron definitivamente.
Sus cuatro álbumes de estudio han sido incluidos por la
revista musical Al Borde en la lista de los 250 mejores de todos los tiempos
del rock iberoamericano: Senderos de traición (n.º 5), Avalancha (n.º 35), El
espíritu del vino (n.º 117) y El mar no cesa (n.º 119). Su canción "Entre
dos tierras" ha sido considerada por la revista digital Satélite Musical
como la decimonovena mejor de todos los tiempos del rock latino en general.
En 2007 fueron homenajeados por la discográfica EMI en
reconocimiento a sus más de seis millones de discos vendidos, además de recibir
el Premio Ondas Especial del Jurado.
Inicios (1984-1990)
Los orígenes de Héroes del Silencio se sitúan en la ciudad
de Zaragoza, a principios de los años 1980. Allí, los hermanos Pedro (batería)
y Juan Valdivia (guitarra) comenzaron a dar sus primeros pasos en el mundo de
la música, junto con un primo de ambos, Javier Guajardo Valdivia -que era el
cantante- formando el conjunto Zumo de Vidrio. El contexto musical de aquel
momento en España estaba dominado por grupos generados en la "movida
madrileña" como Alaska y Dinarama, Radio Futura, Nacha Pop, Gabinete Caligari
y Los Secretos, además de los barceloneses El Último de la Fila. Los artistas
extranjeros más influyentes pertenecían a estilos más diversos: Michael Jackson,
The Police y Dire Straits.
Durante esa época, conocieron a Enrique Ortiz de Landázuri
(después Enrique Bunbury), que tocaba el bajo y cantaba en Proceso Entrópico,
banda con la que compartieron algunos escenarios, y a quien en 1984 invitaron a
sumarse al grupo.14 Bunbury aceptó y comenzaron (como trío, tras abandonar el
primo de los Valdivia la formación) sus primeras actuaciones (la primera, el 16
de diciembre de 1984), además de grabar su primera maqueta con los temas
"Olvidado", "Sindicato del riesgo", "Héroe del
silencio" (después llamada "Héroe de leyenda") y
"Hologramas". Como el estilo oscuro y simbólico, con claras
influencias post punk, de las nuevas composiciones tenía muy poco que ver con
el pop de Zumo de Vidrio, decidieron cerrar su etapa y refundar el grupo. En
1985, se incorporó al mismo un nuevo bajista, Joaquín Cardiel, para descargar
de trabajo a Enrique, que cantaba y componía las letras. Ese mismo año Pedro
Valdivia dejó la formación para centrarse en sus estudios, y fue sustituido por
el batería zaragozano Pedro Andreu.
El nombre surgió por casualidad, cuando se dirigían con su
primera maqueta a las instalaciones de Radio Zaragoza para promocionarla, y aún
no habían decidido cómo iban a llamarse. Entonces, uno de ellos sugirió
"Héroes del Silencio" ("Héroe del silencio" era el título
de una de sus canciones, que luego cambiaron por "Héroe de leyenda"),
y al resto les gustó la idea, quedando como nombre definitivo de la formación.
Ya como Héroes del Silencio afrontaron sus primeros retos: en 1986 consiguieron
ganar la fase regional del Festival de Benidorm, y quedaron finalistas del
concurso "Nuevo Pop Español" de Radiocadena Española, en cuya final,
celebrada en Salamanca, comenzaron a ser seguidos por ejecutivos discográficos,
además de despuntar ese año en las Fiestas del Pilar.3 Tras telonear a grupos
como Alphaville, La Unión y El Último de la Fila, Gustavo Montesano (productor
y guitarrista de Olé Olé) acudió a Zaragoza para verlos en directo en enero de
1987. El grupo causó una gran impresión a Montesano, que inmediatamente se lo
recomendó a la multinacional EMI.
El recelo de la discográfica con el nuevo grupo le llevó a
ofrecerles comenzar con un EP de cuatro temas, y grabaron, a finales de 1987
Héroes del Silencio. El disco alcanzó las 30.000 copias vendidas, lo que supuso
un récord de ventas para un maxi de debut en España. Tras este éxito, EMI
decidió lanzar el primer LP de Héroes del Silencio, compuesto por sus
integrantes durante el resto de ese año y publicado en octubre de 1988. El mar
no cesa vendió 150.000 copias, alcanzando el Disco de platino. Después, la
banda comenzó la Gira El mar no cesa, bien promocionada por la discográfica, y
en la que confirmó su potente directo.
Afianzamiento (1990-1993)
En un concierto de la gira, en Calatayud, los vio actuar el
productor Phil Manzanera, ex miembro de Roxy Music, a quien le causaron muy
buena impresión. Manzanera, convencido de su potencial, se ofreció para
producirles un nuevo álbum, y en septiembre de 1990 volvieron al estudio para
grabar su segundo disco: Senderos de traición.
La grabación se llevó a cabo entre Madrid y Londres; algunos
temas ya habían sido presentados durante la Gira El mar no cesa, y otros como
"Decadencia" y "El cuadro II", que ya hacía tiempo que
habían sido compuestos, fueron mejorados para su inclusión en el disco. Éste
resultó ser un conjunto de canciones potentes y emocionales que mostraron el
progreso experimentado por el grupo, con temas como "Entre dos
tierras" y "Maldito duende".
La crítica los comparó en esa época con The Mission, al
tener puntos en común con los británicos como el tipo de arpegios, las letras
crípticas, la sonoridad en general, la estética y la simbología. Años después,
Bunbury consideró esta etapa la cumbre de Héroes, su momento de oro. Llegaron a
decir que "el primer disco no reflejaba exactamente lo que era el grupo,
reflejaba una parcela concreta (...) Hemos buscado un sonido más directo, una
mayor energía, grabando con sonido ambiental y el bajo y la batería al mismo
tiempo, porque así se consigue el feeling."
Durante la realización del álbum, grabaron también la
versión en inglés de los temas "Entre dos tierras" y "Maldito
duende", pero al final decidieron no publicarlas y quedarse con las
grabaciones.
En dos semanas, el álbum se colocó en el número uno de
ventas en España con unas 400.000 copias vendidas. En 1991 pusieron en marcha
la gira Tour Senda, que incluyó 140 conciertos por todo el país y culminó con
una minigira por Alemania, Suiza, Bélgica y Francia. El año 1992 lo dedicaron a
la toma de contacto con el público europeo, actuando en 54 conciertos por
varios países del continente, en una gira sufragada con las ganancias de los
conciertos en España. Ese mismo año dieron sus primeros conciertos en México,
el año de las celebraciones del V Centenario, lo que provocó según Bunbury un
ambiente hostil que convirtió los conciertos en mera anécdota. Durante esa
gira, que duró dos semanas, conocieron al guitarrista Alan Boguslavsky, que más
tarde se convirtió en miembro del grupo.
Consagración (1993-1996)
A principios de 1993, volvieron al estudio de grabación para
registrar lo que sería su tercer álbum de estudio, El espíritu del vino, que
contó también con la producción de Phil Manzanera.36 La grabación se llevó a
cabo en los estudios Metrópolis de Londres y concluyó en marzo. Fue el álbum
más complejo y extenso de la banda y en el que las letras de Enrique se volvieron
más enigmáticas. Formaron parte del álbum canciones que pasarían a formar parte
de su repertorio más conocido, como "Nuestros nombres" o "La
sirena varada", y fue publicado en junio de forma simultánea para toda
Europa.
Nada más publicarse el disco, se embarcaron en la gira El
Camino del Exceso, que les llevaría por Europa y América con un total de 134
conciertos, e incorporó al guitarrista mexicano Alan Boguslavsky como segunda
guitarra. Es de reseñar que el 20 de julio la banda fue recibida en audiencia
por el Príncipe Felipe, que se había declarado seguidor del grupo, como
reconocimiento a su difusión del idioma castellano por el mundo. El encuentro
tuvo su punto de polémica cuando Enrique, a la salida de la recepción, se
declaró ante la prensa antimonárquico.
1993 fue también el año de su eclosión internacional. Este
hecho comenzó con su intervención en un festival en Berlín contra el racismo
que ratificó su éxito en Alemania, donde el álbum vendió 250.000 copias y fue
n.º 1 de ventas, al igual que en España, México y Suiza. A su difusión
contribuyó la emisión de sus vídeos musicales para todo el continente a través
de la cadena musical MTV.
El tour incluyó también una gira de dos meses en
Iberoamérica, con 26 conciertos en México, Chile y Argentina. Tras la
prolongada gira, que culminó con cinco festivales en Alemania y Finlandia en
julio de 1994, el grupo se tomó vacaciones. Como posteriormente reconocieron,
los excesos y lo prolongado de la gira habían dañado seriamente la cohesión de
la banda y habían provocado una profunda crisis interna.
Como forma de superar la crisis, los cuatro músicos buscaron
la espiritualidad y la relajación y se concentraron durante dos meses del otoño
de 1994 en un enclave aislado del Pirineo aragonés, cerca de Benasque. Allí
discutieron su futuro, buscaron soluciones y planificaron su próximo disco,
previsto para 1995. Una de las decisiones tomadas fue el cambio de productor,
con el fin de dar un giro a su proyecto, que también incluyó los cambios de
mánager y diseñador gráfico. Se pusieron en manos del prestigioso Bob Ezrin,
productor de grandes álbumes de Pink Floyd, Alice Cooper, Lou Reed y Kiss,
entre otros.
Tras tres meses de grabación en Londres y Los Ángeles, el 18
de septiembre de 1995 salió a la venta simultáneamente en 26 países el cuarto
álbum de estudio de la banda: Avalancha, considerado su álbum más roquero, con
guitarras poderosas y una gran producción. El disco fue un rotundo éxito de
ventas, alcanzando las 200.000 copias vendidas.
A la publicación de Avalancha le siguieron la habitual
promoción del disco y una gira de grandes proporciones que acabó provocando el
definitivo alejamiento entre los miembros del grupo.
Separación (1996)
El Tour Avalancha fue una macrogira que, desde julio de 1995
hasta octubre de 1996, les llevó a dar 152 conciertos entre Europa y América.
La convivencia durante la misma tuvo momentos difíciles, y el cansancio acabó
acrecentando los conflictos internos en la formación. Durante su desarrollo,
Bunbury comenzó por su cuenta la composición y grabación de nuevos temas,
dejando entrever que su futuro estaba ya lejos de Héroes. Su último concierto,
celebrado en la ciudad de Los Ángeles el 6 de octubre de 1996, resultó muy
accidentado, y se vieron obligados a suspenderlo al poco de su inicio, al
comenzar el público a lanzar objetos a los músicos, en respuesta a unas
presuntas declaraciones de Enrique, que no dejaban muy bien paradas a las mujeres
mexicanas.
Antes de concluir la gira, y en una rueda de prensa
celebrada en Lima, Héroes del Silencio comunicaron su separación temporal.
Fuera de su entorno, la noticia resultó sorprendente, pero con el tiempo
llegaron a trascender algunos de los motivos que llevaron a tal situación. Las
discrepancias musicales, sobre todo entre Juan y Enrique, les llevaron a un
distanciamiento, y éstas se convirtieron en diferencias personales. También
influyó en su estado de ánimo la muerte de dos personas muy cercanas al grupo:
su road manager Martín Druille, en 1993, y el hermano de Enrique, Rafael, en
1994. Según comentó después Bunbury, los últimos meses de la gira fueron para
él un calvario.
"Me doy
cuenta de que cada vez me aíslo más en el autobús, en las decisiones que tomo
junto a Tomás, Claire, los abogados, Rafael Gil, Ochaíta... en los camerinos,
en las pruebas de sonido (...) La verdad es que no me veo formando una banda
tipo los Rolling Stones, que dure una eternidad, soy un culo inquieto, necesito
movimiento."
Diario de Enrique Bunbury, 8 de noviembre de
1995.
Post-separación (1996-2007)
Tras la disolución del grupo, Enrique Bunbury comenzó una
exitosa carrera en solitario, que inició en 1997 con el álbum Radical sonora.
Presentación en vivo de Héroes del Silencio en Foro Sol,
México D. F. en octubre de 2007. Las actuaciones en directo de la banda han
sido más de 1.000 a lo largo de 32 países de Europa y América.
La banda aún tenía contrato en vigor con la discográfica, lo
que le comprometía a publicar cinco discos más.6 Así, en 1998 salió a la venta
Rarezas, un álbum con versiones inéditas de algunos temas, remezclas, y temas
que sólo habían sido incluidos en sencillos. Bunbury declaró después que no
había estado de acuerdo con el repertorio escogido, pero prefirió ceder para no
dañar aún más su relación con el grupo. Hasta el reencuentro de 2007, EMI
publicaría otros cuatro nuevos trabajos, con material antiguo, temas
reinterpretados o incluyendo DVD de conciertos, además de reeditar los cuatro discos
de estudio de Héroes.
Por su parte, los miembros del grupo, afrontaron nuevos
proyectos musicales. Bunbury inició su exitosa carrera en solitario: Hasta
2007, grabó cuatro discos de estudio (Radical sonora en 1997, Pequeño en 1999,
Flamingos en 2002 y El viaje a ninguna parte en 2004.)
Alan Boguslavsky colaboró en el primer álbum en solitario de
Bunbury, y después formó su propio grupo, Bogusflow, con músicos del entorno de
Héroes como Copi Corellano, pero el grupo se disolvió en 2001. Juan Valdivia
colaboró con su hermano Gonzalo en algunos proyectos, e incluso lanzó su propio
álbum, Trigonometralla, en 2001.
Pedro Andreu se embarcó en nuevos proyectos musicales, como
Puravida y DAB, que no tuvieron mucha repercusión. Joaquín Cardiel, por su
parte, se alejó del panorama musical y realizó algunos viajes para conocer en
primera persona el mundo de los indios americanos que tanto le cautivaba.
Regreso y despedida (2007)
A los diez años de su separación, se les planteó la
posibilidad de realizar una gira de despedida como homenaje a sus seguidores, y
como forma de cerrar brillantemente la trayectoria del grupo. En algunos medios
se calificó la oferta económica que se les realizó como irresistible. Para
llevar a cabo esta gira, se contó con el patrocinio de empresas tanto públicas
como privadas, entre las que se incluyó la Expo Zaragoza 2008, el Real Zaragoza
y el Ayuntamiento de Zaragoza, la ciudad del grupo, donde, ante la avalancha de
demanda de entradas, se planificaron dos actuaciones.
Tras algunos meses de ensayos llevados a cabo en relativo
secreto, se acordó la participación de Gonzalo Valdivia, hermano del
guitarrista Juan Valdivia, como segunda guitarra durante la gira, al
encontrarse Juan algo limitado físicamente por una reciente operación en la
mano. En un principio se pensó que sería Alan Boguslavsky, que fue componente
de la banda de 1993 a 1996, quien desempeñaría el puesto, pero el propio Juan
recomendó la incorporación de su hermano.
Las entradas se pusieron a la venta con meses de antelación
para evitar problemas de última hora, a través de cajeros automáticos y tiendas
de discos, pero su demanda desbordó todas las previsiones. Para los conciertos
de Sevilla, Zaragoza y México D. F. se vendieron en tiempo récord. Hubo gente a
las puertas de las tiendas 24 horas antes, y también se produjo el colapso en
cajeros automáticos y en la web, donde también se vendían.
Como culminación, en el concierto que cerraba la gira en
Valencia, y como consecuencia de una mala previsión, se produjo un caos
circulatorio durante más de cuatro horas, además de 20 km de retenciones que
imposibilitaron el acceso a miles de seguidores.
Tras finalizar la gira, Bunbury confirmó el final definitivo
de la banda y declaró que continuaría su carrera en solitario.
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