Lito Vitale había participado de uno de los proyectos
musicales más ambiciosos de la década de los '70: MIA, Músicos Independientes
Asociados. Luego, junto a Bernardo Baraj y Lucho González formó El Trío, que
logró editar dos discos. Su primera placa, "El Trío" (1985), alcanzó
a vender cerca de 35.000 copias, todo un record para una producción
independiente. La segunda, "Vitale-Baraj-González" (1986), no logró tanta
difusión.
Ya en los '90 armó el Lito Vitale Cuarteto, grupo con el
cual llegó a editar cinco álbumes. Junto a Marcelo Torres (bajo), Manuel
Miranda (vientos) y Christian Judurcha (batería), debutaron con "La senda
infinita" (1990). "Viento sur" (1991) es un poema sinfónico,
según su definición, un trabajo conjunto entre Lito y María Elena Walsh.
En 1992 compuso "Kuarahy", un ballet que Julio
Bocca bailó en el Luna Park.
A mediados de 1992 Lito Vitale comenzó un espacio diario en
Canal 13, en el cual recreó versiones propias de temas populares, nacionales y
extranjeros, con destacados invitados, con su banda o simplemente con sus
teclados. Tal fue su éxito que terminó siendo ternado para el Premio Martín
Fierro al Mejor Programa Musical de 1994.
Precisamente en 1995 lanza "Pantallas", su disco
recopilación de todas las cortinas musicales compuestas para la televisión
("Poliladron", "Sheik"), para cine ("Patrón") y
para los Juegos Panamericanos disputados en Mar del Plata.
Ese mismo año editó "La memoria del tiempo", una
selección de fragmentos de música clásica que él mismo arregló e interpretó.
Las voces las agregaron Mercedes Sosa, Jairo, Sandra Mihanovich, Litto Nebbia,
Juan Carlos Baglietto, entre otros. Vitale aclara que no es el objetivo del trabajo
divulgar la música clásica, sino solamente sacarse un gusto personal.
"Intenté, con el máximo respeto, tomar los temas clásicos como populares y
presentarlos como canciones" (La Prensa, 27/11/95).
Vitale insistió con el formato de trío en 1997, al retomar
junto a Lucho González el camino iniciado 12 años antes, pero esta vez con
Rubén Izaurralde en reemplazo de Baraj.
En septiembre del 2001, Vitale fue el artífice de un nuevo
reencuentro para El Trío. "No sabemos si significará el cierre de un ciclo
o la apertura de otro, pero sí creemos que podremos revivir el espíritu de
felicidad permanente que supimos sentir entonces", prometieron.
En el 2003 presentó el Lito Vitale Quinteto, con el
espectáculo "Un solo destino", integrado por temas instrumentales y
recreaciones de clásicos populares argentinos. La banda estaba integrada por
Ernesto Snajer (guitarra), Diego Clemente (aerófonos), Guido Martínez (bajo),
Pipi Piazzolla (batería) y Martín González (percusión), como músico invitado.
"Vivo en Argentina" fue editado en el 2005 con un
nuevo quinteto. El disco no incluye temas nuevos, pero sí reversiones de
"El día que me quieras", "Hombres de honor" y "Sin
código", éstas dos últimas bandas de sonido de programas televisivos.
En 2007, Vitale dio un vuelco en su carrera: editó "El
otro", el primer disco en el cual toca la guitarra y canta. En sus propias
palabras, "siempre toqué música instrumental desde el piano, esto de
grabar un CD como cantante es completamente nuevo y me genera (a mis 45 años)
una adrenalina bastante grosa. Me lancé a componer música con un sentido
popular y tomando ritmos nuestros y latinoamericanos, luchando contra mi
‘solemnidad’, así empecé a gozar como loco de la cumbia y el cuartetazo.
También empecé a escribir algunas letras y me sentí ‘raro’ pero me encantó
poder contar un poco con mis palabras algunas cosas. Para mí el disco es un
cachetazo a los prejuicios, con la idea de relajarnos un poco y disfrutar de la
vida lo más posible. Disfrutar de todo y cuidar a los que amamos es una buena
manera de ver las cosas. Los problemas siempre están, para algunos más y para
otros menos, pero el arte también está y el arte ‘popular’ está más cerca
todavía de nosotros, no lo dejemos escapar".
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