Bajista, cantante y sobre todo
compositor, Lalo de los Santos llegó a Buenos Aires a principios de
los 80 junto a otros músicos rosarinos amigos como Juan Carlos
Baglietto, Fito Páez, Silvina Garré y Rubén Goldin, si bien no
formaba parte del grupo que grabó el álbum Tiempos difíciles.
Por entonces ya tenía una carrera
musical de varios años. Había sido integrante de la mítica banda
Pablo El Enterrador.
Había nacido en Rosario el 17 de enero
de 1956 en el seno de una familia de músicos. Su padre fue
guitarrista y cantor de tangos.
Empezó a estudiar guitarra de niño, y
en la adolescencia creció con Los Beatles, Los Gatos, Almendra y
Manal. Esa música y los tangos que había escuchado desde siempre en
su casa modelarían su perfil de autor. Luego, el rock sinfónico en
auge en los 70 lo llevó a integrarse a una banda de ese género,
Pablo El Enterrador, junto a Rubén Goldín. Ese grupo estuvo a punto
de concretar una grabación en los Estados Unidos pero no lo
consiguió y en 1980 se disolvió. Poco después De los Santos se
radicó en Buenos Aires, cuando sus amigos Baglietto, Páez y Goldín
consiguían el primer impacto con Mirta de regreso, tema escrito por
otro amigo suyo, Adrián Abonizio. Puntualmente, Lalo contó que
escribió su canción más célebre, el Tema de Rosario, luego de ver
a Baglietto en su primer Obras, en 1982.
Debutó en la escena nacional con una
versión en vivo de ese tema, grabada durante el concierto El
Rosariazo que se realizó en el estadio de Newell's Old Boys de su
ciudad natal, con Litto Nebbia y Baglietto como números centrales,
poco después de que se celebrara el mismo espectáculo en Obras
Sanitarias de Buenos Aires. Por entonces, De los Santos era el
bajista y virtual conductor de la banda de Silvina Garré, recién
alejada del grupo de Baglietto. En aquellos días, en su casa de
Flores alojaba a un rosarino amigo que luego tendría gran éxito,
Fito Páez. En el '84 De los Santos hizo su primer disco como
solista, producido por Litto Nebbia. El mismo Nebbia sería luego el
editor de sus otros dos discos personales.
En los 90 se acercó profesional y
humanamente a Adrián Abonizio, y juntos, en el 97, formaron el grupo
Rosarinos, que completaron con Rubén Goldín y Jorge Fandermole, y
que grabó un álbum.
Si bien la banda se disolvió
formalmente, los cuatro rosarinos siguieron haciendo actuaciones
juntos. La última fue una benéfica, el 17 de marzo del 2001, en el
balneario La Florida de Rosario. Lalo ya estaba enfermo. Y ésa fue
su despedida. Murió una semana después, el domingo 25, en un
sanatorio de Buenos Aires. Tenía 45 años.