La banda de culto por excelencia de los sesenta, The Velvet
Underground, tuvo una existencia efímera pero ni mucho menos intranscendental,
pues su música fue y es una fuente de inspiración constante para numerosos
artistas.
A años luz de las bandas contemporáneas, la Velvet sentaría
las bases de movimientos como el glam, el punk o la new wave, además de ser el
trampolín de una de las figuras más influyentes del rock, Lou Reed.
Reed había sentido la llamada de la música desde muy
pequeño, y ya a finales de los 50 había publicado un single con su primera
banda, The Shades, orientada al doo-woop y al R&B. En la universidad
entraría en contacto con movimientos de carácter vanguardista, e iría
adentrándose a su vez en el mundo de la poesía.
Poco después de graduarse, a principios de los 60, Reed
pasaría a formar parte de la plantilla de compositores de la Pickwick Records,
donde conocería al otro motor de la Velvet, John Cale, un joven galés que había
acudido a los Estados Unidos para dedicarse en cuerpo y alma a la música, y que
soñaba con una fusión de las tendencias más vanguardistas con el pop-rock más
tradicional.
La mente de Reed también bullía, con lo que los dos músicos
conectarían de inmediato y no tardarían en buscar a gente para poner en marcha
un proyecto que plasmara las ideas del dúo. El primer paso fue la formación de
The Primitives, combo que se desintegraría enseguida pero que llegaría a
publicar un single ("The Ostrich", una composición que databa de los
tiempos de Reed en la Pickwick).
Ya en 1965, el batería Angus MacLise y el guitarrista
Sterling Morrison se unirían a Reed y Cale para formar The Velvet Underground.
Reed ejercía el papel de guitarrista y vocalista, mientras que Cale se
encargaba del bajo, los teclados y la viola. El nombre de la banda había sido
idea de Morrison, inspirándose en el título de una novela erótica barata de
dudoso gusto. Angus dejaría las baquetas poco antes del primer concierto
remunerado de la banda, pues según él el arte no tenía precio, con lo que
Maureen Tucker - ¡sí! ¡una mujer!- tomaría el relevo.
Con un complejo estilo sólo aceptado por los círculos más
undergrounds de New York, las posibilidades comerciales de la banda eran más
que dudosas, pero el gurú del Pop Art, Andy Warhol, se encargaría de ejercer de
mecenas. A finales del 65, Warhol había pasado a ser el productor de la Velvet,
que se convertiría en una de las grandes atracciones de la Factory.
En la primavera del 66 la banda se metía en el estudio para
grabar su primer LP, que no aparecería hasta un año después en el mítico sello
de jazz Verve. El papel de Warhol como productor fue bien limitado, dando carta
de libertad en el plano musical pero imponiendo la presencia de Nico, una
misteriosa cantante venida de Europa que no sería apreciada del todo por la
banda.
The Velvet Underground And Nico, publicado en enero del 67,
era un álbum muy adelantado a su tiempo, complejo y difícil de asimilar, pero
que hoy en día es reconocido como uno de los discos más cruciales e influyentes
de la década. Con una temática lírica que gira en torno al sexo, las drogas y
la marginalidad, el LP de debut de la banda de Reed y Cale alterna las baladas
cantadas por Nico con furiosos temas proto-punk donde reina la distorsión
guitarrera. Dentro de este segundo grupo se encuentra "Heroine", una
épica oda a la droga favorita de Reed que se convertiría en la composición más
recordada del genial cuarteto neoyorquino. El R&B de corte más clásico de
"There She Goes Again", el agresivo garage de "Waiting For The
Man" o la melódica "Sunday Morning" son otros puntos fuertes de
este imprescindible trabajo que, previsiblemente, sería ignorado por el gran
público, alcanzando la posición 171 en las listas, la más alta a la que
llegaría nunca un LP de la Velvet.
Después de la publicación del disco Nico abandonaría el
proyecto (o sería despedida) para embarcarse en una carrera en solitario,
mientras que la relación de la banda con Warhol se iría enfriando hasta
apagarse del todo. Sin embargo, tras una pequeña gira, el cuarteto neoyorquino
volvía al estudio para grabar White Light / White Heat, un LP aún más
inaccesible que el anterior, que sería publicado en noviembre del 67. Si la
tendencia general era la psicodelia, el amor libre y las flores, la Velvet iba
totalmente a contracorriente con este álbum extremadamente crudo y ruidoso.
"Sister Ray", el memorable tema que cierra el LP, ofrece una brutal
descarga de sonidos desgarradores durante más de 17 minutos, mientras que
canciones como "Lady Godiva's Operation" o la visceral "The
Gift" siguen demostrando la madurez como compositor de Reed. Una vez más,
el mercado daría la espalda a la música de la Velvet, que pronto daría un nuevo
giro...
En verano del 68 la situación entre Reed y Cale era
insostenible, y la lucha de egos amenazaba con poner punto y final a la
prometedora carrera del grupo. Finalmente, Tucker y Morrison se pondrían del
lado de Reed dando lugar a la desairada salida de Cale, que sería sustituido
por Doug Yule.
Ya en 1969 aparecía The Velvet Underground, el tercer
trabajo de Reed y compañía, que era la antítesis total de White Light. El
experimentalismo se había marchado con Cale, y si antes reinaba la distorsión
ahora era el turno de la calma y el intimismo. Una buena muestra de ello eran
temas como "Candy Says" o "I'm Set Free", donde Reed nos muestra
su lado más romántico y personal.
Poco después de la publicación del LP la MGM (propietaria de
Verve) iniciaba una purga de bandas relacionadas con las drogas, con lo que la
Velvet ya se veía con un pie fuera del sello discográfico. No obstante, el
cuarteto grabaría mucho (y aceptable) material que no vería la luz de forma
oficial hasta bien entrados los 80.
El siguiente paso fue contactar con la Atlantic, una
compañía que abarcaba un mercado inmenso, con lo que la posibilidad de que el
éxito sonriera a Reed y los suyos era más cercana que antes. Sin embargo, los
problemas volvían hacer acto de presencia, pues Tucker se tendría que ausentar
durante una temporada por su embarazo. Por otro lado, los directivos de la
Atlantic presionaron a Reed para que adentrara en un terreno más comercial y se
olvidara de las canciones relacionadas con sexo, drogas y violencia. Así nació
el cuarto LP de la banda, Loaded (1970), que guardaba pocas similitudes con
trabajos anteriores. Tucker había sido relevada por el hermano de Yule, Billy,
mientras que el sustituto de Cale había reclamado un mayor protagonismo en la
banda, y llegaría a sustituir a Reed en el rol de cantante en varias canciones.
Sin embargo, Loaded no deja de ser un excelente álbum, que
además demuestra que la Velvet también podía ser comercial sin perder
personalidad, tal y como atestiguan los dos temas más populares del álbum,
"Sweet Jane" y "Rock & Roll".
Sin embargo, en verano del 70, poco antes de la publicación
de Loaded, Reed abandonaba repentinamente el grupo para iniciar una prometedora
carrera en solitario. La Velvet se quedaba sin su cerebro, pero ahí no acabaría
su carrera. Doug Yule decidió continuar a pie de cañón, mientras que Morrison y
Tucker abandonaban al poco de la marcha de Reed. La falsa Velvet liderada por
Yule publicaría un LP en el 73, Squeeze, que lógicamente quedaba a años luz del
material editado en la época de Reed y no merece ser tenido en cuenta.
Ya en los 80, la Velvet sería reivindicada por músicos,
público y crítica, que ahora se daban cuenta de la enorme influencia que había
ejercido la banda en movimientos posteriores. Por otro lado, las sólidas
carreras en solitario de Reed, Cale y Nico también propiciarían este
revisionismo que llevaría a una reunificación de la banda original (con la excepción
de Nico, fallecida en 1988) a principios de los 90.
Después de una gira por Europa y un álbum en directo y poco
antes del salto a los Estados Unidos, volvían las viejas rencillas: Reed y Cale
tropezaban con la misma piedra y ponían un triste punto y final al proyecto.
Desgraciadamente, la muerte de Morrison en 1995 contribuiría en gran medida a
dejar de lado la idea de una futura reunificación de uno de los grupos más
trascendentales de la historia del rock.