jueves, 21 de agosto de 2008

Supertramp


Supertramp se forma a finales de 1969 de la mano de un percusionista convertido en pianista autodidacta llamado Rick Davies. Decidido a triunfar en la música y apoyado económicamente por un excéntrico millonario holandés llamado Stanley A. Miesaeges, reúne mediante un anuncio en la prensa musical a un heterogéneo grupo de músicos británicos bajo la denominación de Daddy. Así conoce aun tímido chaval de clase media y estudiante de colegio de pago llamado Roger Hodgson.

De todos los músicos que escuchó en la audición, éste le llama la atención por su aguda voz y le ficha como bajista para el proyecto. Como el nombre es bastante común, su guitarrista Richard Palmer-James les convence para sustituirlo por el de Supertramp, influido por un libro que está leyendo de William H. Davies titulado “Autobiography of a supertramp”. Para la batería se quedan con Bob Millar. El primer álbum, “Supertramp”, aunque interesante musicalmente, tuvo un discreto resultado comercial.

Desesperados por obtener éxito, Davies y Hodgson, definitivo tándem creativo de la formación, trataron de mejorar su estilo y se prepararon para el siguiente disco. Llamaron a Frank Farrell (bajo), Kevin Currie (batería) y mantuvieron a un Dave Winthrop (flauta y saxofón) que ya formaba parte del grupo con anterioridad, pero que no intervino en la primera grabación. Roger Hodgson se pasó a la guitarra y los teclados y el nuevo trabajo, “Indelibly Stamped”, presentó canciones de tono más comercial y estandard y, para llamar más la atención, diseñan una provocativa portada. El resultado comercial no es el esperado y su mecenas holandés, conocido cariñosamente como Sam, les suspende el apoyo económico. Hodgson y Davies tuvieron que empezar, otra vez, desde cero.

Nueva búsqueda de músicos y nueva formación. Convencen a un bajista escocés llamado Dougie Thompson, al simpático saxofonista inglés John Helliwell y a un batería californiano que lleva un par de años tocando de ilegal en Inglaterra llamado Bob C. Benberg. Con ellos trabajan un puñado de canciones que llevan a la discográfica A&M. Allí un directivo llamado Dave Margereson, que se convertiría en su mánager, les alquila una granja en mitad del campo para que, con tranquilidad, y con esa base, preparen su nuevo disco. Varios meses de convivencia con sus familias, todos bajo el mismo techo, dan como fruto su mejor disco. “Crime of the Century”, publicado en 1974, fue el primer éxito comercial y de crítica, llegando a número cuatro en Inglaterra. Su single fue “Dreamer” y su cara B “Bloody Well Right”. Llegaron al top 40 de Estados Unidos en mayo de 1975.

Tras este álbum vendrían “Crisis? What Crisis?” (1975) y “Even in the Quietest Moments” (1977). La banda evoluciona su estilo progresivo de los primeros discos a un sonido pop y comercial, apoyándose en canciones llenas de sentido en sus letras y trabajadas armonías. Este sofisticado rock alcanzó la cumbre con la publicación del disco “Breakfast in America” (1979), que llegó al número 3 en las listas británicas y al número 1 en los Estados Unidos, gracias a cuatro singles históricos: “The Logical Song”, “Take the Long Way Home”, “Goodbye Stranger” y “Breakfast in America”. Desde entonces, se han vendido más de 25 millones de copias del álbum en todo el mundo.

Para mantener la popularidad y aprovechar el momento, deciden publicar un directo y sacan a la venta “París” en 1980. Este álbum es ejemplo y modelo de calidad de sonido en directo. Pero las largas giras y el frenético ritmo de trabajo van minando las relaciones entre Davies y Hodgson y las diferencias estilísticas, que tan bien habían funcionado en el pasado a la hora de cantar y escribir letras, empiezan a ser insalvables. Hogdson pensó que era momento de hacer algunos cambios en la banda y al no lograr convencer al resto del grupo, decide seguir su carrera en solitario. Sin embargo todavía graban juntos “...Famous Last Words...” (1982), que se resiente de la situación y, aunque todavía contiene un buen single como “It's Raining Again” no pasa de ser una obra menor. Tras dejar el grupo en 1983, Hogdson graba en 1984 “In the eye of the storm”, con algunas canciones que deberían haber ido en el último disco de Supertramp. Desafortunadamente circunstancias adversas hicieron que, poco a poco, su carrera se fuera diluyendo en el tiempo.

El resto de Supertramp continuó el trabajo, y lanzó “Brother Where You Bound” el mismo año con las mejores composiciones que Rick Davies iba a aportar a “…Famous last words…” y derivando el estilo a las viejas raíces del Rhythm&Blues. Más tarde “Free As a Bird” (1987), queriendo poner a la banda en los ´90, se convierte en un fallido experimento con las tecnologías y en la obra más floja de Supertramp. Diferencias sobre el repertorio elegido para la gira de ese año hacen abandonar a Dougie Thompson y la banda se retira durante una década.

Los trabajos posteriores, tanto de Supertramp como de Hodgson, han sido menos frecuentes y más discretos. En 1997 el productor Jack Douglas se unió al proyecto del grupo para ayudarles a crear su álbum de regreso “Some things never change”. Más recientemente, publicaron “Slow Motion” en 2002. Ambos trabajos y un magnífico directo titulado “It was the best of times” entre ellos, han puesto a Supertramp en el nuevo siglo, aunque sin lograr ni el éxito ni la popularidad de los años gloriosos de los ´70.

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